Curso completo sobre apalancamiento en finanzas corporativas

Curso sobre apalancamiento

En este nuevo curso tomado de la Guía completa de gestión empresarial, descubriremos en qué consiste aprovechar, con el objetivo de introducirnos en el funcionamiento interno de la contabilidad general y la gestión empresarial.

Este contenido es parte del curso Gestión Empresarial para Emprendedores: Un Curso Completo para Gestionar Mejor tu Negocio encuéntralo en Tulipemedia.com 💰📈

Definición general de apalancamiento

El apalancamiento se refiere al uso de deuda para aumentar la capacidad de inversión de una empresa, con el objetivo de mejorar la rentabilidad del capital, es decir, la rentabilidad de los accionistas.

Por lo tanto, mide la rentabilidad del capital en caso de endeudamiento y expresa el impacto recurso a la deuda (capital de terceros) versus financiación únicamente de capital.

Esto es un arma de doble filo, porque si el costo del préstamo se vuelve mayor que el aumento de las ganancias esperadas de ese préstamo, el apalancamiento se vuelve negativo.

Para comprender plenamente el concepto de apalancamiento, y por ser un concepto que mide la rentabilidad del patrimonio en el caso de la deuda, es importante recordar los conceptos de patrimonio y deuda financiera, que son dos rubros ubicados en el pasivo del balance:

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  • el capital social, incluido el capital social, es aportado por los accionistas de la empresa;
  • Las deudas, incluidas las financieras, se contraen con instituciones financieras.

Estas dos grandes categorías, fondos propios y deuda, permiten, como hemos dicho en capítulos anteriores, financiar los activos fijos y corrientes de la empresa, es decir sus medios de producción (fábrica, activos empresariales, maquinaria, etc.) y sus compras de bienes, materias primas o incluso sus créditos a clientes.

Aquí nos referiremos a estos activos (fijos y corrientes) como los activos económicos de la empresa, que por supuesto pertenece a la empresa.

En cuanto a las deudas, y más concretamente las deudas financieras (en particular, las de largo plazo), se trata de una deuda contraída por la empresa con entidades financieras, que, a cambio, exigen la devolución del importe prestado con intereses. Estos intereses dependen del tipo de interés establecido al contratar el crédito y, por lo tanto, corresponden a la remuneración de la entidad financiera.

Categorías del balance
Categorías del balance

Finalmente, como se explicó en capítulos anteriores, el interés de la empresa y sus accionistas es generar utilidades, cuyo importe se refleja en la cuenta de resultados. Estas utilidades se reflejarán en el patrimonio de la empresa, más concretamente en el resultado.

Rentabilidad económica

Ahora que hemos entendido bien esto, descubriremos qué es rentabilidad económica de una empresa, porque este concepto nos permitirá luego entender cómo calcular el efecto apalancamiento.

La rentabilidad económica mide el rendimiento de la empresa en el uso de sus activos económicos (todo lo que le permite producir y continuar su actividad: activos fijos + necesidades de capital circulante). Cabe recordar que las necesidades de capital circulante miden lo que la empresa necesita para financiar sus activos corrientes (existencias y cuentas por cobrar a clientes), una vez deducidos los pasivos corrientes (deudas a corto plazo concedidas por bancos o proveedores, por ejemplo).

Formalmente corresponde a:

Rentabilidad económica = Beneficio operativo después de impuestos (NOPAT) / Capital invertido

En esta fórmula:

  • El capital invertido se refiere al capital social proporcionado por los accionistas. Y Deuda financiera neta. En otras palabras, esto agrupa recursos a largo plazo.

Capital invertido = Patrimonio + Deuda financiera neta

  • El beneficio operativo después de impuestos significa el beneficio operativo menos el impuesto teórico sobre este beneficio.

Beneficio operativo después de impuestos = Beneficio operativo – (Beneficio operativo x IS)

Esta rentabilidad refleja la eficiencia económica de la empresa, independientemente de la estructura de financiación (deuda vs. capital). Es similar al «Retorno sobre el Capital Invertido» (ROIC) anglosajón. El «Retorno sobre los Activos» (ROA), frecuentemente utilizado en la literatura anglosajona, es una medida similar, pero se calcula de forma diferente (beneficio/pérdida neta dividido entre el total de activos).

Finalmente, en términos más simples, la rentabilidad económica generalmente mide la relación entre un resultado obtenido y un recurso movilizado para obtenerlo.

Rentabilidad sobre el capital

Otro concepto interesante a considerar, similar al anterior, es la rentabilidad sobre el capital (ROE). Esta mide el beneficio neto en relación con las aportaciones de los accionistas, en lugar de con todo el capital invertido (accionistas + deuda).

Esta rentabilidad se calcula de la siguiente manera:

ROE = beneficio neto / patrimonio.

Esta relación es fundamental porque, en última instancia, el efecto apalancamiento afecta a la rentabilidad del capital :es esto lo que se amplifica (o reduce) mediante el recurso a la deuda, en función del diferencial entre rentabilidad económica y coste de la deuda.

El apalancamiento como medida de la rentabilidad del capital

Es fundamental comprender que el apalancamiento no influye en la rentabilidad económica. De hecho, la rentabilidad económica depende únicamente de la beneficio operativo generado por los activos económicos, en comparación con el capital total invertido (patrimonio + deuda). En otras palabras, con financiación igualitaria, ya sea que el proyecto se financie únicamente por los accionistas, únicamente mediante préstamos o mediante una mezcla de ambos, el activo productivo sigue siendo idéntico y genera el mismo resultado. La rentabilidad económica permanece, por tanto, inalterada, una vez fijada, sea cual sea el método de financiación y con financiación equivalente..

Por otro lado, lo que varía considerablemente con el uso de deuda es la rentabilidad sobre el capital (ROE). Al reducir la proporción de capital en la financiación e introducir un coste de la deuda, modificamos la distribución de los ingresos netos entre accionistas y acreedores: parte de la financiación del activo recae en los acreedores, y la rentabilidad de los accionistas (los ingresos netos en relación con su inversión inicial) aspira a ser mayor.

Es precisamente esta diferencia la que constituye el efecto palanca: no se trata de aumentar la rentabilidad económica en valor absoluto, sino de amplificar (o reducir) la rentabilidad para los accionistas.

En otras palabras, la deuda actúa como un multiplicador de la rentabilidad financiera: si la rentabilidad económica es mayor que el coste de la deuda, el apalancamiento es positivo y la rentabilidad para los accionistas aumenta. Por el contrario, si el coste de la deuda supera la rentabilidad económica, el apalancamiento se vuelve negativo y la rentabilidad para los accionistas disminuye.

En estas explicaciones, partimos del supuesto de que la empresa debía elegir entre dos métodos de financiación para la misma inversión. Sin embargo, en la práctica, las empresas a veces pueden optar entre una aportación de solo capital (por ejemplo, 100) y una aportación de capital y deuda (por ejemplo, 100 + 100). Por lo tanto, el efecto de apalancamiento también puede medir el impacto de esta deuda; sin embargo, es importante comprender que la rentabilidad económica entre ambos escenarios no será la misma, a diferencia del ejemplo anterior, ya que la inversión no será la misma.

Ejemplo

Por ejemplo, si una empresa tiene un beneficio operativo después de impuestos de 100, y ha incurrido en 200 para obtenerlo, entonces su rentabilidad es 100 / 200 = 50%.

En otras palabras, cuando la empresa invierte 200 (independientemente del método de financiación), esto genera un resultado de 100, resultado que potencialmente podrá repetir sin tener que reinvertir el mismo monto inicial, ya que se trata de una inversión a largo plazo destinada a perdurar por naturaleza.

Y aquí es donde entra en juego el apalancamiento, porque si la empresa quiere rentabilizar esa inversión duplicando la participación por ejemplo, pero no puede o no quiere hacerlo con su propio dinero, entonces puede endeudarse, para así aumentar su inversión (400 en lugar de 200 por ejemplo), y mejorar así la rentabilidad sobre el capital gracias a lo que se llama apalancamiento, que consiste en utilizar deuda para invertir más, con el objetivo último de mejorar la rentabilidad para el accionista.

Pero cuidado, esto sólo funciona si el coste del préstamo no supera la rentabilidad esperada; de lo contrario tenemos un efecto de apalancamiento negativo.

Fórmula de apalancamiento

Todo lo visto anteriormente nos lleva pues a la fórmula del apalancamiento, que, como recordamos, mide la rentabilidad sobre el capital (ROE) en relación con la deuda:

ROE = Rentabilidad económica + (Rentabilidad económica – Coste de la deuda) × Deuda financiera / Patrimonio

Analicemos juntos esta fórmula:

  • Primero, tomamos la rentabilidad económica (por ejemplo, 10%), que, como recordamos, es la relación entre el beneficio operativo después de impuestos y el capital invertido para obtener este resultado. Es el rendimiento de los activos económicos, independientemente de cualquier financiación.
  • El coste de la deuda se deduce de esta rentabilidad económica, lo que permite obtener un resultado positivo si la rentabilidad es superior al coste de la deuda, o negativo si es inferior. Esto permite medir el rendimiento superior al coste de la financiación externa.
  • Este resultado se multiplica por la ratio entre deuda financiera y capital propio: esta ratio permite medir el peso de la deuda sobre los fondos aportados por los accionistas. Cuanto mayor sea el endeudamiento de la empresa en relación con su capital propio, mayor será el efecto de apalancamiento.
  • Y todo esto lo sumamos a la rentabilidad económica básica, porque de hecho, la rentabilidad económica ya representa el rendimiento básico del activo económico para los accionistas si la empresa no se endeuda, por lo que esta adición nos permite sumar la ganancia (¡o pérdida!) causada por el efecto apalancamiento.
  • El resultado de esta fórmula nos da por tanto el rendimiento final del capital (ROE).

Todo se reduce a la Diferencia entre rentabilidad económica y el “costo de la deuda”, por lo tanto la diferencia entre el rendimiento del activo económico y el tipo de interés.

Apalancamiento positivo

Si el La rentabilidad económica supera la tasa de interés, entonces podemos considerar endeudarse más, porque el rendimiento del capital será mucho mayor: de hecho, a medida que diferencia entre La rentabilidad económica y el coste de la deuda son positivos, y que este valor positivo se multiplica por el ratio Deuda Financiera / Patrimonio que es mayor en el caso de deuda que en el caso de financiación solo con patrimonio, esto aumenta el valor de la rentabilidad del patrimonio, si analizamos con cuidado la fórmula.

Apalancamiento negativo

Por el contrario, si la rentabilidad económica es inferior al tipo de interés, la fórmula nos lleva a tener un valor negativo al nivel de la diferencia entre los dos, y si nos endeudamos más, la relación Deuda financiera / Patrimonio (que será tanto mayor cuanto más se endeude uno) ir multiplica este valor negativo, y este valor negativo, tanto más alto, será reducir la rentabilidad económica inicialSiempre según la fórmula. En este caso específico, el apalancamiento será negativo y multiplicará las pérdidas.

Apalancamiento innecesario

Además, incluso si el efecto apalancamiento fuera positivo en el caso de la deuda, hay que tener en cuenta que todo esto es muy teórico, porque en realidad, Este apalancamiento será positivo siempre que la rentabilidad económica se mantenga igual cuanto más se invierta., o, en la práctica, puede suceder que un El activo económico no requiere inversión adicional, y esa deuda es simplemente innecesaria.

Por ejemplo, el mercado puede no absorber el doble de producción (p. ej., invertir para abrir un segundo restaurante idéntico al primero en la misma zona de influencia, lo que probablemente no duplicaría la base de clientes), o las economías de escala pueden alcanzar un techo (p. ej., producir más requiere contratar más personal y comprar más máquinas, lo que impide una mayor reducción del coste unitario. En este caso, la rentabilidad económica porcentual puede estancarse o disminuir. Sin embargo, el resultado absoluto puede seguir siendo más alto, lo que puede justificar la inversión adicional, incluso si el apalancamiento se vuelve menos importante o más arriesgado).

En cualquier caso, todo esto nos recuerda que una mayor inversión no necesariamente se traduce en la misma rentabilidad económica, y que, en caso de que la deuda probablemente conduzca a una disminución de esta rentabilidad, podría no haber más proyectos rentables que financiar, y la deuda podría ser inútil porque no genera valor. En otras palabras, la deuda solo tiene sentido si hay nuevos proyectos rentables que financiar. De lo contrario, solo lastra la estructura financiera sin mejorar el rendimiento.

Apalancamiento y distribución entre capital y deuda

El problema que acabamos de mencionar nos muestra que el efecto de apalancamiento “puro” se mide en última instancia para la misma inversión, simplemente comparando la distribución entre capital y deuda.

En el caso en que la empresa esté considerando un proyecto más grande que solo puede financiarse principalmente con deuda adicional (lo que suele ser el caso en la práctica), se puede calcular una especie de efecto de apalancamiento, pero esta medida se vuelve menos estricta, ya que la rentabilidad económica del proyecto puede variar con el tamaño de la inversión.

En otras palabras:

  • El efecto de apalancamiento “clásico” se produce sobre una inversión idéntica, solo que con una distribución diferente entre capital y deuda. Por lo tanto, asumimos que debemos arbitrar entre una contribución de capital por parte de los accionistas o deuda.
  • Sin embargo, para un proyecto mayor solo se puede estimar a través de la deuda, pero siempre se debe tener en cuenta que la rentabilidad económica puede variar con el tamaño del proyecto, por lo tanto El apalancamiento no es estrictamente comparable con el escenario base.

Ejemplos de apalancamiento

Ejemplo de apalancamiento positivo

Para comprender mejor estos conceptos, veamos un ejemplo muy simplificado. Imaginemos que una empresa tiene una rentabilidad económica de 15%. Es decir, por cada 100 € invertidos en sus activos económicos (fábrica, maquinaria, etc.), el beneficio operativo después de impuestos es de 15 €. Supongamos, por tanto, que la empresa ya ha invertido 100 € con fondos propios, es decir, mediante las aportaciones de capital de sus accionistas. Por lo tanto, ha generado 15 € de beneficio.

Ahora supongamos que la empresa pide prestados 100 € adicionales a un tipo de interés de 10 €/1 TP/6 T. Esta nueva inversión también le reporta 15 € (100 €/1 TP/6 T). Pero como tiene que pagar 10 € en intereses al banco, la ganancia neta de la deuda es de 5 €.

De esta forma, gracias al efecto apalancamiento, los accionistas se benefician de una rentabilidad adicional financiada con deuda, porque el rendimiento de los activos (15 %) es superior al coste de la deuda (10 %).

En este caso, los beneficios obtenidos mediante la deuda son mayores que el coste de la misma (15 € frente a 10 €, es decir, una ganancia de capital de 5 €), por lo que el efecto apalancamiento es afortunadamente positivo.

Si comparamos los dos escenarios, con y sin deuda, esto es lo que da:

Libre de deudas:

  • Patrimonio = 100 €
  • Activos económicos = 100 €
  • Resultado neto = 15 €
  • Rentabilidad económica = 15%
  • Rentabilidad sobre el capital (ROE) = 15 %

Para su información, el ROE mide el beneficio neto en relación con el patrimonio y, por tanto, en última instancia, la rentabilidad para los accionistas.

La rentabilidad económica mide el "rendimiento" económico de la empresa en su conjunto (y no sólo la rentabilidad de los accionistas), y se obtiene como vimos antes dividiendo el beneficio operativo después de impuestos (por tanto Beneficios – Impuestos) entre la inversión (por tanto fondos propios + deudas financieras, es decir todo lo que financia la herramienta productiva).

Con 100€ de deuda:

  • Patrimonio = 100 €
  • Deuda = 100 €
  • Tipo de interés = 10% o 10 €
  • Activos económicos totales = 200 €
  • Rentabilidad económica = 15%
  • Beneficio operativo después de impuestos = 15% * 200€ = 30€
  • Interés = –10 €
  • Resultado neto = 20 €
  • Entonces ROE = 20 %

Este ejemplo muestra que la deuda puede aumentar el rendimiento del capital, pero también aumenta el riesgo: si el rendimiento económico cayera por debajo del coste de la deuda, el apalancamiento se volvería negativo, lo que nos lleva al siguiente ejemplo.

Ejemplo de apalancamiento negativo

Imaginemos la misma empresa, pero esta vez con una rentabilidad económica menor, digamos 5 %.

Libre de deudas:

  • Patrimonio = 100 €
  • Beneficio operativo después de impuestos = 5 €
  • Rentabilidad sobre el capital (ROE) = 5 %

Con deuda:

La empresa decide pedir prestado 100€ al tipo de interés 10 %.

  • Patrimonio = 100 €
  • Deuda = 100 €
  • Tipo de interés = 10% o 10 €
  • Activos económicos totales = 200 €
  • Rentabilidad económica = 5% en lugar de 15% en el ejemplo anterior.
  • Beneficio operativo después de impuestos = 5% * 200€ = 10€
  • Interés = –10 €
  • Resultado neto = 0 €
  • Entonces ROE = 0 %

Conclusión

En este caso, dado que la rentabilidad económica (5 %) es menor que el coste de la deuda (10 %), el efecto de apalancamiento es negativo. La deuda ha destruido la rentabilidad para los accionistas, que, si bien habrían ganado 5 % sin deuda, terminan con 0 %.

Demostración de la fórmula del apalancamiento

Para comprender plenamente la lógica y entender la fórmula del apalancamiento, es importante deconstruir la fórmula para entender sus entresijos.

A modo de recordatorio, la fórmula completa para el efecto apalancamiento es la siguiente:

ROE = Rentabilidad económica + (Rentabilidad económica – Coste de la deuda) × Deuda financiera / Patrimonio

Esta fórmula permite comparar dos escenarios de inversión idénticos, pero con una distribución diferente entre deuda y capital.

Para demostrar esta fórmula, partimos nuevamente de la sencilla fórmula que ya planteamos al principio de este curso, que es la siguiente:

ROE = beneficio neto / patrimonio.

Siempre empezamos con esta fórmula más sencilla. Define el rendimiento sobre el capital (ROE) como la relación entre el ingreso neto y el patrimonio (ROE = Utilidad neta / Patrimonio). Esta es la definición básica y universal que funciona en todos los casos.

Pero para comprender mejor el papel de la deuda, es interesante desarrollar esta fórmula introduciendo la rentabilidad económica (RE) del activo financiado y el coste de la deuda. Este desarrollo permite obtener la fórmula del «efecto apalancamiento», que destaca Cómo la diferencia entre la rentabilidad económica y el coste de la deuda amplifica (o reduce) el rendimiento del capital en función del peso relativo de la deuda (Deudas/Patrimonio).

El interés de esta fórmula desarrollada no es sustituir la fórmula simple, sino Hacer visible el efecto preciso de la estructura de financiación :permite así comparar dos escenarios con una inversión total idéntica pero una distribución diferente entre capital y deuda, y ver ¿En qué condiciones la deuda realmente mejora la rentabilidad para los accionistas?.

Pero ¿cómo llegamos a esta fórmula? Eso es lo que veremos enseguida.

Para ello, partimos de la sencilla fórmula de la rentabilidad sobre el capital, también llamada rentabilidad financiera, o ROE (Return on Equity):

ROE = beneficio neto / patrimonio.

Ahora bien, sabemos que el beneficio neto no es otra cosa que el beneficio operativo menos los impuestos y los intereses, lo que equivale por tanto a escribir:

ROE = (utilidad operativa – ix D) / Patrimonio

Donde i es la tasa de interés y D es el monto de la deuda.

Ahora, para llegar a la fórmula final del apalancamiento, necesitamos desarrollar la fórmula anterior detallando el cálculo del beneficio operativo. Para ello, partimos de otra fórmula, la de la rentabilidad económica (RE), que recordemos equivale a:

RE = Beneficio operativo después de impuestos / (Patrimonio + Patrimonio + D)

Ahora aislemos el beneficio operativo después de impuestos:

Beneficio operativo después de impuestos = RE x (Patrimonio + D)

Entonces, podemos inyectar este detalle en la fórmula del retorno sobre el capital:

ROE = RE x (Patrimonio + D) – ix D / Patrimonio

Desarrollamos:

ROE = RE x Patrimonio + RE x D – ix D / Patrimonio

Factorizamos la deuda D:

ROE = RE x Patrimonio + D x (RE – i) / Patrimonio

Luego, separamos la fracción en varias fracciones parciales que tienen el mismo denominador que Equidad:

ROE = (RE x Patrimonio / Patrimonio) + (D x (RE – i) / Patrimonio)

Y finalmente, simplificamos el primer término (porque Patrimonio / Patrimonio = 1), y obtenemos la fórmula desarrollada para el efecto apalancamiento:

ROE = RE + (RE – i) x D / Patrimonio

Lo que equivale, en buen francés, a:

ROE = Rentabilidad económica + (Rentabilidad económica – Coste de la deuda) × Deuda financiera / Patrimonio

Y esta fórmula nos permite por tanto, como en los ejemplos dados en este artículo, comparar varios escenarios de reparto entre deuda y capital para una misma inversión.

Conclusión sobre el apalancamiento

El apalancamiento es un mecanismo poderoso para comprender Cómo funciona la financiación de la deuda puede transformar el rentabilidad del capital. No altera la rentabilidad económica del activo en sí, sino que actúa como un amplificador de rentabilidad para los accionistas :hacia arriba cuando la rentabilidad económica supera el coste de la deuda, y hacia abajo en caso contrario.

En la práctica, esto significa que La deuda puede ser una gran oportunidad de crecimiento, pero también Un riesgo real si la empresa se endeuda para proyectos no rentables o inciertos.

El apalancamiento no es, pues, ni bueno ni malo en sí mismo: es una herramienta cuya eficacia depende del contexto económico, de la solidez de los proyectos financiados y de la capacidad de la empresa para gestionar su deuda.

En resumen, recuerda tres ideas esenciales:

  • La rentabilidad económica sigue siendo el punto de partida: sin proyectos rentables, la deuda es inútil.
  • El apalancamiento sólo afecta a la rentabilidad financiera (ROE), a la que aquí también se denomina rendimiento sobre el capital, es decir, lo que ganan los accionistas.
  • Como cualquier palanca, puede amplificar un movimiento positivo… o empeorar una situación negativa.

Este curso ya ha terminado y ¡nos vemos pronto para nuevos cursos de formación en gestión y emprendimiento!

👉Próximo capítulo: próximamente.
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