Además de ser un día muy importante para los católicos, el 15 de agosto también es desde hace varios años la fecha de la publicación del famoso Ranking de universidades del mundo de Shanghai. No sueñen, esta edición no hace más que confirmar lo que ya sabíamos, es decir, la dominio indiviso de los anglosajones en este campo desde que ocupan los primeros 12 lugares. Evidentemente hay que tener en cuenta que los estadounidenses son los grandes vencedores, copando 17 de las veinte primeras plazas y acaparando todo el podio. De hecho, el Clasificación de Shanghái Es un poco como los Juegos Olímpicos, todo el mundo participa, pero siempre son los americanos los que ganan y Francia tiene que conformarse con el séptimo u octavo puesto...
¡Un ranking disputado!
Lo que siempre me divierte de las clasificaciones y, en particular, de la de Shanghai, es que aquellos que no están allí o están mal representados siempre encuentran la manera de decir que estas clasificaciones no valen nada. En este caso, el problema de esta clasificación china reside, según sus detractores, en los criterios utilizados.
Es cierto que es centrado principalmente en la investigación, particularmente en las ciencias exactas, en detrimento de la formación, teniendo en cuenta el éxito de los estudiantes y las ciencias humanas y sociales. Les recuerdo para que conste que los 6 criterios discutidos son:
- el número de premios Nobel y medallas Fields (esto es aproximadamente el equivalente a un Nobel de matemáticas) entre los ex alumnos
- su número entre los investigadores
- el número de investigadores citados en las principales revistas de 21 campos, el número de artículos publicados en “Nature” y “Science”, los indexados en Science Citation Index-Expanded y Social Science Citation Index
- resultados anteriores ponderados por el número de investigadores de tiempo completo en el sitio.
Cuando vemos que la mayoría de los premios Nobel son ganados por estadounidenses o, al menos, por investigadores que trabajan en universidades estadounidenses, no podemos sorprendernos del resultado... ¿Podrían los franceses, una vez más, ser malos jugadores criticándolo duramente? Quizás un poco, pero es importante comprender que esta clasificación perjudica especialmente al sistema francés con sus organizaciones de investigación. Por lo tanto, en mi opinión, es muy importante Poniendo el ranking de Shanghai en perspectiva y creo que la Ministra de Educación Superior e Investigación, Geneviève Fioraso, tiene razón al señalar que de ninguna manera puede “ser una herramienta para orientar la política en términos de educación superior e investigación”.
¿Hacia una solución europea?
De hecho, de repente me doy cuenta de que no he sido muy justo... En efecto, con la notable excepción del Reino Unido, ningún país europeo ha logrado obtener buenos resultados. Resulta que si Francia no desempeña el papel principal, tampoco es ridículo... Así pues, si bien es cierto que nuestro país sólo sitúa 20 institutos de enseñanza superior entre los 500 primeros, frente a 37 en Alemania (y 150 en Estados Unidos…), es bueno señalar que 3 escuelas están entre las 100 mejores.
No es la panacea, pero sí más que otros países europeos excepto Alemania (4 institutos entre los 100 primeros) y Reino Unido (9). Tú sabes qué dicen ellos: “Cuando me miro, siento lástima de mí mismo. ¡Cuando me comparo, me consuelo! »
En cualquier caso, los países europeos aparentemente han acordado crear U-Multirank, el futuro ranking europeo multicriterio que debe establecer un mapa del sistema europeo de educación superior y de investigación a partir de numerosos indicadores. Sin duda, esta es una buena noticia para las universidades que están casi ausentes del Clasificación de Shanghái como la Sorbona, por poner sólo un ejemplo simbólico. Sin embargo, este mapeo es una tarea enorme que no debería completarse antes de 2013, es decir, 10 años después de la creación de las clasificaciones chinas.
En conclusión…
Pienso una vez más que no deberíamos prestar tanta atención a estas clasificaciones que de ningún modo pueden ser perfectas. Esperemos y veamos si a los europeos les irá mejor que a Shanghai, pero no estoy seguro...